Primero una familia, y luego todo un vecindario, adelantaron las fiestas para que Brody Allen también las celebre, porque, a sus dos años, los médicos señalaron que padece una forma muy agresiva de cáncer cerebral y sólo le quedan dos meses de vida.
«Él lo está disfrutando», le señaló al New York Times McKenzie Allen, de 21 años, hermana de Brody. «Una mañana se despertó y el arbolito de Navidad estaba puesto. Él no sabe que en realidad no es Navidad».
En mayo, el niño empezó a quejarse de mareos, y un doctor indicó que probablemente eran causados por una infección en los oídos. Pero las pruebas en el Hospital Pediátrico de Cincinnati mostraron que tenía cuatro tumores, uno en la parte inferior del cerebro, dos en el puente que une al cerebro con la espina dorsal, y otro en la base de la médula espinal.
Como es tan pequeño y no podían darle radiaciones, iniciaron el tratamiento de quimioterapia más intenso posible, pero no fue efectivo. Uno de los tumores había crecido 30 por ciento y apareció un quinto tumor en el cerebro. Después de 98 días en el hospital, lo enviaron a casa.
Entonces la familia decidió que mientras viva, Brody tendría que ser feliz.
«Al terminar la quimioterapia, todos en la familia nos hicimos la promesa de que, para Brody, cada día iba a ser mejor que el anterior», le contó a CBS News McKenzie Allen, la hermana. «Y nos propusimos hacer todo lo que pudiéramos y darle toda la felicidad que fuera posible, a pesar de que le quede poco tiempo de vida».
Pusieron la decoración navideña que tenían guardada y cuando se les acabó fueron a buscar más, pero en septiembre todavía no hay mucha a la venta.
Los vecinos empezaron a darles las suyas, y luego decoraron sus propias casas alrededor de la de Brody. La familia abrió una página en Facebook, Team Brody, el Equipo de Brody, y los mensajes empezaron a llegar de todas partes: República Checa, Australia, Italia.
Alguien compartió la página con Ryan Simpson, de 34 años, conocido como el ‘Christmas Guy’ (el Hombre de las Navidades) entre sus amigos, reporta el New York Times, y Simpson se ofreció para ir a ponerles las luces y los adornos a los Allen y a los vecinos.
«No sé cómo habríamos podido enfrentar todo esto sin el apoyo de nuestra comunidad», le expresó al Canal 9 WCPO local la madre de Brody, Shilo Allen.
