Este año, cuando algunos celulares rompieron la barrera de los mil dólares, el mercado de smartphones sufrió un cambio irreversible: la aparición de un público limitado, exclusivo y único con intereses enfocados en lo Premium, de forma masiva.
La surcoreana Samsung presentó su modelo W2018, un teléfono con estética retro, al estilo de los celulares de tapa o plegables que estaban de moda hace casi veinte años.
Mantiene una bisagra central que une a dos páseles, uno con teclado físico. Este segundo equipa un panel táctil para interactuar con a pantalla. De acuerdo con el portal chino Gizmochina, tiene cuerpo de aluminio y cristal.
Además, equipa dos pantallas Full HD AMOLED de 4.2”; sensor táctil en la parte trasera, 6 GB de RAM, y dos versiones de almacenamiento, 64 y 256 GB respectivamente.
También utiliza una cámara trasera de 12MP y frontal de 5MP. El sistema operativo es el Android Nougat. Estará disponible en color negro y dos versiones dorada y plateada con diamantes de zirconio para adornar.
Este exclusivo conjunto (serán números limitados, solo de venta en China), costará en su versión de 64GB, 2 mil 400 dólares. Más del doble que un iPhone X. El trono le duró poco.
