Holanda estrena primeros tramos de carreteras con paneles solares

11 marzo, 2019 • Holanda
Holanda estrena primeros tramos de carreteras con paneles solares

Holanda ha puesto en funcionamiento sus primeros dos tramos de carreteras a base de paneles solares. Éstos se colocan sobre el propio asfalto para lograr una doble función: facilitar el transporte y generar energía verde.

Los dos tramos elegidos han sido uno de 50 metros cercano al aeropuerto de Ámsterdam-Schiphol y otro de 100 metros a pocos kilómetros de Róterdam, en un carril-bus.

Aunque a priori se trata de una tecnología bastante costosa, los expertos aseguran que a la larga podría llegar a ser sostenible. Además, con esta iniciativa intentan aprovechar al máximo el espacio ya que hoy en día los paneles solares ocupan grandes terrenos que no pueden usarse para agricultura o ganadería.

Esta segunda fase forma parte de un proyecto que comenzó en 2014 y que ya inauguró en ese mismo año un carril bici con 70 metros de placas solares en la superficie.

Pese a que Holanda está concienciada y apuesta por las energías renovables, otros países como China, EEUU, Francia se encuentran a la cabeza. De hecho, éste último fue el primer país europeo en atreverse a incluir en Normandía un kilómetro de autovía con placas solares.

La compañía detrás del proyecto, Solar Road, dijo en 2018 que los resultados cosechados superaron las expectativas. Esperaban conseguir entre 50 y 70 kWh por metro cuadrado al año, pero el primer tramo del carril-bici obtuvo 73 kWh al año y, el segundo, 93 kWh.

«Aprendimos mucho en ese periodo. Vimos que se producían algunos daños en la superficie, así que la mejoramos y usamos otra que funciona perfectamente bien. Además, desarrollamos todo un sistema para aplicarlo en una carretera regular», dijo el director comercial de la empresa holandesa Solar Road, Sten de Wit.

No obstante, los críticos presentan dudas respecto a la eficacia. Los paneles deben aguantar el peso de miles de coches cada día, por lo que es probable que se dañen, aunque la compañía asegura que cuentan con la tecnología necesaria para que no ocurra.

Además, hay un segundo problema: no pueden inclinarse para aprovechar al máximo la luz según la estación del año, algo que sí hacen los colocados en una superficie de tierra.

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