El director José Solé, el hombre de teatro por definición, falleció la noche del miércoles, poniendo fin a una carrera de más de 60 años sobre las tablas.
Impulsor del teatro escolar y ávido ejecutor de los grandes clásicos del teatro universal, Solé falleció de un infarto cardiaco, a los 87, confirmó su familia.
Miembro de la primera generación de la Escuela Nacional de Arte Teatral del INBA, y contemporáneo de Carlos Ancira e Ignacio López Tarso, el recién fallecido no dejó comedia ni tragedia griega sin montar.
«Los hados del teatro, sabiendo de mi amor por el teatro, me han devuelto la cortesía teniendo éxito», reflexionó Solé en la víspera de sus 85 años.
El director, quien en sus últimos años debió usar un aparato para hablar a causa de una cirugía de cáncer de garganta, siguió su vocación teatral hasta el final.
Apenas a finales del año pasado, escribió una crítica para este diario sobre El hombre de La Mancha, de Mauricio García Lozano.
En su trayectoria, Solé Nájera fue galardonado con la Medalla Bellas Artes y la Presea Cervantina.
