Rambo: Last Blood; el reto: conquistar a los jóvenes

19 septiembre, 2019 • Ciudad de México
Rambo: Last Blood; el reto: conquistar a los jóvenes

El auténtico cine de acción aún existe gracias a que sus grandes glorias no lo dejan morir. Sylvester Stallone, Jean-Claude Van Damme, Mark Dacascos, Jason Statham, Dolph Lundgren y hasta Steven Seagal y otros son de la última estirpe de héroes que siguen filmando, como actores o realizadores, películas donde la sangre es el precio a pagar para todos los villanos. Sin embargo…

“Tratar de encontrar actores de acción es la parte más difícil del negocio”, indicó Stallone en entrevista con Excélsior durante su pasada visita a la CDMX para promover Rambo: Last Blood, que se estrena mañana en mil 500 pantallas del país. “No saben kung-fu ni otra disciplina; tipos como Bruce Willis (no saben), pero son personas diferentes que aparentan ser comunes y corrientes, pero tienen algo con lo que el público puede identificarse”, agrega.

Por ejemplo, el citado colega de 64 años tiene gran interés en las tácticas militares debido a que creció con un padre miembro de las fuerzas armadas. Incluso llegó a tomar un vuelo a Irak para tocar junto a su banda The Accelerators para los soldados en combate del país de medio oriente. Además, en las clásicas cintas Duro de matar es evidente su interés en la estrategia.

“Encontrar eso se vuelve complicado. Y la verdad es que es increíble que así sea. Nosotros hicimos una audición con Nicolas Cage para una película (Kill Chain), porque, ¿recuerdan sus movimientos y entrenamiento para hacer Riesgo en el aire?, es un buen actor y en el vehículo adecuado él puede pelear sin problemas, otros no lo pueden hacer”, añadió.

Sly mantiene vivo el género a través de su productora Balboa Productions, nombre obviamente tomado del apellido de su rol Rocky, con el cual también ha tenido que recurrir a viejos amigos, como Lundgren, quien apunta a ser el protagonista de una serie de acción que se ofrecería a alguna plataforma de streaming.

Así como los actores, escasean los realizadores que tienen la vena para este tipo de cine.

“No quedan muchos de ellos y los (nuevos) que están, que espero que no crean que los estoy insultando, pues tienen mucha presencia y un gran carisma, pero si no saben desglosar correctamente el guion, mover las piezas como el simple hecho de usar el viento a favor, y no en contra (no servirá)”, opinó.

Él mismo ha tenido que dirigir películas como Los indestructibles, Rambo IV y cuatro entregas de Rocky. Pero para Rambo: Last Blood confió en el estadunidense Adrian Grunberg, quien dirigió a Mel Gibson en Atrapen al gringo, en 2012.

En esta nueva entrega, la cual no es seguro que sea su última misión, el exboina verde regresa para rescatar a su sobrina Gabrielle (Yvette Monreal) de las manos de un cartel mexicano, liderado por los hermanos Martínez (Oscar Jaenada y Sergio Peris-Mencheta), un par de capos que terminarán lamentando haberse metido con el sanguinario veterano de guerra.

“Ha sido un reto atraer estos personajes a la nueva generación, porque no son superhéroes, son héroes y pueden morir; no pueden volar, no pueden aguantar tanto la respiración para sumergirse, sólo son personas que pueden sangrar y realizar actos heroicos gracias a que son soldados o boxeadores bien entrenados.

“Creo que a los chicos les gusta este tipo de películas porque te muestra de lo que verdaderamente se trata la violencia y la importancia de ser abrazado por una familia, pero de una manera que, no sé cómo llamarla, sólo la describiría como un extravagante espectáculo visual. La razón por la que estos personajes persisten es porque de alguna manera los adoptas a tu vida y te gustan, es por eso que yo los mantengo alrededor mío”, y ríe al concluir su respuesta.

Y lo mismo piensa Adriana Barraza, quien es la encargada de brindarle una familia al retirado soldado en su rancho en Arizona, a través del personaje de María, pues ya con la violencia que ahora se sufre, la trata de blancas, el narcomenudeo, las ejecuciones violentas, el secuestro de mujeres a partir del uso de drogas —como sucede en la cinta—, no cae mal pensar que vendrá un justiciero a hacernos el favor.

“Qué desgracia que tengamos ya la normalización de esta situación, Sly sabe que la situación es difícil. Cualquier violencia que veamos, sea Rambo u otra, pues en la realidad puede ser peor, desafortunadamente. En nuestro México todo eso existe y todo mundo lo sabe. Ojalá, le pido a Dios y nuestras autoridades, hacer lo posible para que algún día desaparezca.

“En Rambo esta violencia retrata lo que existe en nuestro país. Y te lo digo con el corazón abierto, ojalá venga alguien a ayudarnos un poquito. Ojalá se tenga un poco de paz. También que, ojalá, los jovencitos vean que estas situaciones, de ser drogados con pastillas, pasan y tengan un poco más de cuidado”, expresa la mexicana, de 63 años.

Y como dijo Stallone en la conferencia de prensa, “soy un mentiroso, no sé si sea la última”. Puede que haya Rambo y Rocky para rato.

Rambo: Last Blood

  • l Director: Adrian Grunberg.
  • l Género: Acción.
  • l Clasificación: C (Para mayores de 18 años).
  • l País: Estados Unidos.
  • l Duración:  101 minutos.
  • l Idioma: inglés subtitulada al español.

Con información de Excelsior .

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