Fuertes tormentas golpearon el fin de semana el sur, suroeste y la zona central de Estados Unidos, desatando inundaciones y tornados que dejaron al menos 43 muertos, destruyeron varios edificios e impidieron el traslado a millones de personas que regresaban a casa tras las festividades navideñas.
Información manejada por el portal de Excelsior, señala que el mal tiempo ha obligado a los gobernadores de Misuri y Nuevo México a declarar el estado de emergencia en sus respectivos estados.
En Misuri e Illinois, al menos 13 personas resultaron heridas. En el primer estado, los servicios de emergencia evacuaron a los habitantes de sus hogares y realizaron decenas de rescates, dijo el domingo el gobernador Hay Nixon.
Otra zona afectada fue Dallas -la cuarta ciudad más grande de Estados Unidos- donde fallecieron 11 personas y decenas más resultaron heridas, informaron el domingo las autoridades.
Se cree que cinco de las muertes, sufridas por personas que viajaban en autos, fueron producto del paso de tornados cerca de la autopista estatal 190 y la interestatal 30.
Las autoridades indicaron, además, que más de 600 estructuras en el norte de Texas sufrieron daños por los tornados y las tormentas.
El Servicio Meteorológico Nacional informó que se registraron cinco tornados en Texas y uno en Oklahoma el sábado.
El servicio indicó además que se habían emitido varias advertencias para grandes áreas de Estados Unidos el domingo, que incluyen avisos de ventiscas en zonas de Nuevo México, Texas, Oklahoma y Kansas e inundaciones entre Texas y Ohio.