En Palacio Nacional y acompañado de 23 gobernadores, el presidente Enrique Peña Nieto firmó ayer el decreto por el cual promulga la Ley de Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y de los Municipios, que tiene dos objetivos fundamentales: reducir el costo de financiamiento a los gobiernos locales responsables y moderar su endeudamiento en beneficio de sus habitantes.
Sin la presencia del presidente de la Cámara de Diputados, Jesús Zambrano, quien estaba considerado entre los oradores, el titular del Ejecutivo reconoció que al inicio de su administración se advirtió un acelerado aumento en la deuda de estados y municipios, que en cinco años creció 14.5% al pasar de 203 mil millones de pesos a 482 mil millones de pesos, según registros de la Secretaría de Hacienda.
“Frente al riesgo de que esta situación pudiera afectar la estabilidad financiera del país, el gobierno de la República impulsó una propuesta preventiva para atenderla de manera decisiva y eficaz. De hecho, esta ley tiene su origen en una de las 13 decisiones presidenciales que justamente aquí en Palacio Nacional anuncié el primer día de mi gobierno”, subrayó.
Son cuatro las ventajas, agregó el mandatario: “Permitirá que las finanzas públicas locales sean sostenibles en el mediano y largo plazos, gracias a las Reglas de Disciplina Financiera y de Ejercicio del Gasto. Con un Sistema de Alertas que se crea, los ciudadanos conocerán con claridad y total transparencia los niveles de endeudamiento de todos los entes públicos locales que tengan contratada deuda”.
