Al menos una persona murió y tres más resultaron heridas al seratacadas por un hombre armado con un cuchillo en una estación de tren cerca de la ciudad de Múnich.
El ministro de Interior de Baviera, Joachim Herrmann, dijo que por el momentono hay indicios de que el ataque tenga un trasfondo islamista y que, de acuerdo con las primeras investigaciones, el agresor, detenido en el lugar de los hechos, tiene problemas psiquiátricos y de drogadicción.
Sin embargo, las fuerzas de seguridad siguen investigando la posibilidad de que haya una motivación política en lo sucedido después de que varios testigos indicaran que el joven gritó «Alá es grande» en la estación de tren de Grafing (sur de Alemania).
Según el ministro de Interior, citado por el diario «Süddeutsche Zeitung», el detenido no era totalmente desconocido para la policía; hace dos o tres días había llamado la atención de las fuerzas de seguridad en otro estado federado por su «extraño» comportamiento, aunque no se adoptaron medidas.
La edición digital del semanario Der Spiegel, citando fuentes de la investigación, señala que el joven fue identificado con estupefacientes este domingo en un desfile de música tecno, en el que había consumido «gran cantidad de drogas».
Según la primera reconstrucción policial de los hechos ofrecida por el portavoz de la Oficina de lo Criminal (LKA) de Baviera, Karl-Heinz Segerer, a la cadena de noticias N24, el agresor, natural del estado federado de Hesse (oeste de Alemania) llegó a la estación de Grafing poco antes de las 04.50 hora local (02.50 GMT).
Entonces entró en un tren de cercanías y atacó por la espalda y con un cuchillo de unos 10 centímetros de hoja a la primera de sus víctimas, un hombre de 56 años que acabó muriendo en el hospital.
A continuación volvió a salir a los andenes y allí acuchilló a su segunda víctima, que resultó herida grave, y después, ya en la plaza situada frente a la estación, atacó a dos ciclistas, ingresados con heridas leves.
Los tres heridos, que según el comunicado de la fiscalía tienen 58, 43 y 55 años, iban a desplazarse a Múnich para ir a trabajar y se encuentran ahora en distintos centros hospitalarios de la zona.