Esto todavía no termina, apenas inicia la etapa más difícil para los contendientes y sus seguidores, aceptar o no los resultados electorales; los elegidos prepararse para atender las amplias expectativas de la ciudadanía y los perdedores pasar del discurso a los hechos, después de buscar culpables y enjuiciarlos, veremos ahora como se desempeñan en una oposición.
Hay aquellos que le aluden a un sospechosismo muy claro sobre las traiciones a esferas altas del poder, y es que insisto, esta jornada electoral por concluir solo es la antesala del 2018, a poco usted cree que los personajes federales veían a Tamaulipas en particular, ellos trabajaron sobre una estrategia completa, extendida a nivel nacional y nuestro estado solo es otro bastión importante del electorado para quien lo tenga y maquiavélicos motivos tendrían aquellos que lo dejaron ir.
En el análisis “de cómo fue que pasó” nos traslada a revisar los factores que llevaron a los resultados electorales en el caso de Tamaulipas históricos, como lo son el voto de castigo, traiciones y el llamado fuego amigo, pero no solo en el ámbito local, al parecer la operación en ese sentido vino desde muy arriba y con intenciones muy a la vista, como es la necesidad de planchar la salida de Enrique Peña Nieto y esto tendrá que ser a cambio de lo que sea, al menos eso es lo que parece, entregar por ello rutas importantes en territorio, sacrificar a Manlio Fabio Beltrones quien evidentemente no es de los cercanos al de los pinos y además es una manera muy contundente de quitarlo del camino al 2018, con lo anterior abonando al voto de castigo el cual se han ganado a pulso y sin demeritar el trabajo realizado por los candidatos que obtuvieron el triunfo. Hay dos preguntas que carcomen a los que buscan entender la contundencia del triunfo o de la derrota, desde donde se quiera ver ¿Quiénes fraguaron esa negociación muy retorcida y cambio de qué?
En Tamaulipas, al menos 10 candidatos del PAN no aceptaron el conteo de los órganos electorales. Es decir, una incongruencia mostrada por candidatos como Verónica Salazar en Matamoros, Arturo Soto en Victoria, Germán Pacheco en Tampico, entre otros, que incluso agitaron los ánimos de sus simpatizantes al grado de armar protestas afuera de los órganos electorales, en donde a grito exigían al puro estilo de Andrés Manuel López Obrador, voto por voto, casilla por casilla; a lo cual tienen derecho pero para eso están las instancias correspondientes donde pueden buscar la transparencia de los resultados y evidentemente esos sitios no son la calle, por otra parte, se muestran incoherentes cuando celebran que para su candidato a gobernador sí contaron bien los votos y para ellos no.
El Chivatazo: ¿Desde cuándo es un delito que algún integrante de tu familia se dedique a una actividad diferente a la tuya, como la política? No le digo, Puras Charadas.
