La milicia terrorista Estado Islámico (EI) mató el pasado miércoles a 232 civiles cerca de Mosul, su último bastión en el norte de Irak, informó hoy una portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Ginebra.
Según la portavoz, entre las víctimas hay 190 personas que en el pasado habían luchado en las filas del Ejército iraquí. Otras víctimas se habían negado a unirse al grupo yihandista. «Algunos también fueron asesinados a tiros a pesar de que habían seguido las instrucciones del EI», señaló la vocera.
La portavoz del Alto Comisionado dijo que la milicia terrorista utiliza a miles de iraquíes como escudos humanos en sus bases militares, «una estrategia cobarde para proteger lugares de ataques militares». Según cifras de Naciones Unidas, más de 5 mil 500 familias han sido secuestradas por el EI, aunque no se descarta que la cifra real sea más alta.
El Ejército de Irak, apoyado por milicias kurdas y chiitas, lanzó el 17 de octubre una ofensiva para recuperar Mosul, que está bajo control de los extremistas desde el 10 de junio de 2014. El líder del EI, Abu Bakr al Bagdadi, proclamó en esta ciudad un «califato».
Según datos del Ejército iraquí, desde que comenzó la ofensiva sobre Mosul, más de 770 combatientes del EI ya han sido abatidos y 93 pueblos han sido liberados en los alrededores de la segunda ciudad más grande de Irak.
