Fue reportado este domingo el hallazgo de un cuerpo que ya empezaba a descomponerse, esto en las inmediaciones del Rancho La Esperanza en las cercanías de Nuevo Laredo.
El cadáver fue identificado como Pablo Torres Hernández de 76 años de edad, quien laboraba como encargado de un rancho en el Ejido El Bayito II cerca del Bulevar Colosio Norponiente.
Trascendió que dicha persona se hallaba extraviado desde hace varios días, y finalmente fueron sus propios familiares quienes hallaron el cuerpo.
Se dio a conocer que Torres Hernández era adicto a las bebidas embriagantes, por lo que la primer línea de investigación de su muerte es una posible congestión alcohólica.