El futbolista Alan Pulido se fracturó el húmero con la Selección Nacional que se prepara para la Copa Oro, y el tamaulipeco tenía dos opciones para su recuperación.
La primera era la intervención quirúrgica que requería de diez semanas para su recuperación, mientras que la segunda opción era un tratamiento conservador donde no se recurriera al bisturí y que necesitaba de 18 semanas para ser dado de alta.
El delantero del Rebaño se decidió por la segunda opción. “Alan Pulido sufrió una fractura diafisiaria del tercio distal del húmero derecho, al revisar las dos opciones para su pronta recuperación se le hizo notar que no hay mucha diferencia entre un tratamiento convencional y la intervención quirúrgica”, señaló el médico de cancha del Rebaño, Alberto Robles.
“Al finalizar la evaluación clínica y radiológica que se le hizo a Alan en Guadalajara, se acordó entre el jugador, el cuerpo técnico y el área médica del club que por la localización de la fractura y el tipo de trazo de la misma, el tratamiento sería conservador, debido a que tanto el primero como la intervención quirúrgica tienen las mismas posibilidades de éxito, que son de 90 por ciento.
Alan tendrá inmovilizado el brazo aproximadamente 6 semanas y a la séptima comenzaría a tener movimiento; se estima un periodo total de 18 semanas para su integración a la actividad normal en cancha”, completó.
El técnico del Guadalajara, Matías Almeyda, estableció comunicación con Alan para decirle que tiene todo el apoyo para el proceso de recuperación, que lo esperará el tiempo que sea necesario.
“Uno no lo quiere de esa manera pero son cosas que pasan, obviamente estamos en proceso de superarlo, nada más queda trabajar, pensar positivamente y confiar en la gente joven.
Considero que hay jugadores con gran talento, les falta experiencia pero los apoyaremos y obviamente Matías Almeyda me dijo que está conmigo, que la determinación que elija la apoyará al cien por ciento”, dijo el tamaulipeco a su llegada al aeropuerto de esta ciudad.
En Estados Unidos los especialistas que observaron la fractura le dieron su punto de vista, pero tras visitar a Rafael Ortega y escuchar las opciones se decidió por no ser intervenido.
