La Junta de Perdones de Texas negó otorgarle clemencia al mexicano, ahora espera que el plazo se cumpla este 8 de noviembre.
Rubén Ramírez Cárdenas asesinó y violó a su prima, de 16 años, en febrero de 1997.
El Director de Información Pública del Organismo, Raymond M. Estrada, afirmó que la Junta votó 6-0 en contra de recomendar al gobernador de Texas, Greg Abbott, que se pospusiera la ejecución y también 6-0 por no conmutar sentencia de Rubén.
Esta decisión deja abierto el camino para la ejecución, a pesar de que el gobierno de México hiciera una serie de peticiones al gobierno de Estados Unidos, para posponer la ejecución e impedir una violación irremediable al derecho internacional.
Esta voto de la junta, disminuye las probabilidades de que Rubén salve su vida; así mismo el gobernador Abbott tiene la capacidad de frenar este acto, por un periodo de 30 días, como gesto de clemencia.
La defensa de Ramírez Cárdenas argumenta que sus derechos en el extranjero fueron violados, pues fue detenido sin que se le notificara de ésto a las autoridades mexicanas; acto que impidió que Rubén pudiera haber tenido otra clase de sentencia.
Sus abogados interpusieron recursos ante cortes federales, esto en un intento de suspender la ejecución y cambiar la forma en que se obtuvo la confesión de Cárdenas; además de realizar más análisis de ADN.
Es importante saber que de Ramírez Cárdenas aún mantiene dos apelaciones que, de ser rechazadas, se recurriría a la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos.
De no proceder ninguno de estos recursos, Ramírez Cárdenas, será ejecutado a las 18:00 horas de este miércoles en la cámara de la muerte de la Unidad Walls, en Huntsville, Texas.
De aplicársele la pena máxima, Ramírez Cárdenas, de 47 años, se convertiría en el onceavo reo mexicano en ser ejecutado en Estados Unidos y en el décimo en Texas, desde que este país reactivó la aplicación de la pena de muerte en 1976.
