Por: Gabriela Villalobos
En medio de una infinita tristeza, finalmente la mañana de este jueves familiares y amigos velaron los restos de Jessica Gabriela Hernández y de su bebe de ocho meses de gestación, quienes fueron víctimas de uno de los casos más crueles de homicidio, que ha cimbrado y causado una ola de indignación en el sur de Tamaulipas.
Fue en las instalaciones del velatorio del DIF, ubicado en la zona centro de Tampico, donde se dieron cita para recibir el pésame.
En el lugar se pudo apreciar que las personas vestían ropa blanca o bien playeras con la imagen de la joven, quienes una vez concluido el servicio funerario, se dirigieron a la iglesia de “San Juanita”, ubicada en la colonia Cascajal, donde se ofició una misa de cuerpo presente para pedir por su eterno descanso.
Al término del servicio religioso, el cortejo fúnebre, compuesto por más de una veintena de vehículos, se trasladó al panteón municipal ubicado sobre la Avenida Hidalgo, donde acompañados de los acordes de un mariachi, dieron el último adiós a Jessica y a su bebe.
