Un hombre nacido en Texas que según fiscales recurrió a actos de violencia despiadada para ascender por las filas de un cártel mexicano del narcotráfico hasta tomar el control fue sentenciado a casi cincuenta años de prisión por un juez federal en Atlanta.
Edgar Valdez Villarreal, conocido como La Barbie por su tez y ojos claros, fue sentenciado a 49 años y un mes de cárcel, y también se le confiscaron 192 millones de dólares, que a decir de los fiscales es un cálculo conservador del valor de la cocaína que introdujo en Estados Unidos.
Valdez, de 44 años, nació y creció en la localidad de Laredo, Texas, fronteriza con México, y comenzó a vender mariguana cuando todavía jugaba de linebacker en un equipo de futbol americano, dijeron los fiscales. La Barbie comenzó a subir puestos en el cártel de los Beltrán Leyva cuando los jefes de esa organización estaban asociados con Joaquín El Chapo Guzmán y el cártel del Pacífico, agregaron.
A Valdez le gustaba un estilo de vida ostentoso y a través de los medios se forjó una imagen dirigida a impresionar a personas e intimidar a sus rivales, dijo la fiscal Elizabeth Hathaway en la corte. Valdez vestía buenos trajes y tenía propiedades lujosas, entre ellas, un rancho con un zoológico que tenía un león.
En su audiencia de sentencia, una de sus seis hermanas y su hermano solicitaron al juez que fuera indulgente. Los padres, hermanos, sobrinas y sobrinos de La Barbie, llenaron la sala.
Carla Valdez, quien labora como fiscal en Texas, dijo al juez federal William Duffey que ella y sus hermanos fueron criados por padres humildes y trabajadores que les infundieron valores y principios morales firmes. Carla Valdez dijo que su hermano se descarrió e insistió en que él es buena persona.
Duffey señaló que le era difícil entender cómo fue que Valdez se corrompió a pesar de su firme contexto familiar.
“¿Por qué es usted una fiscal y por qué su hermano un delincuente?, preguntó Duffey a Carla Valdez.