El Río Bravo cobró su octava víctima en el año, un neolaredense que se ahogó al tratar de cruzarlo de manera ilegal para llegar a Laredo, Texas, presuntamente para una lograr una nueva vida.
Se trata de José Luis, de 56 años, residente en la colonia San Rafael, según unas identificaciones que traía consigo.
El cuerpo fue recuperado por bomberos bajo el Puente I que conecta a Nuevo Laredo con Laredo, Texas
Según las primeras versiones, un pescador fue el que descubrió el cuerpo flotando dando aviso a personal de Sedena adscrito al Citev.
Fueron ellos quienes confirmaron el deceso y dieron aviso a las autoridades ministeriales. La víctima no contaba con huellas de violencia y fue trasladada a una funeraria para la práctica de la autopsia de ley.