Débiles, con fiebre… niños viajan con la Caravana Migrante

1 noviembre, 2018 • Cd. de México
Débiles, con fiebre… niños viajan con la Caravana Migrante

De acuerdo con expertos en inmigración, el viaje a EU causa problemas de salud física y mental a los menores; se estima de la mitad de la caravana son niños

Aunque el presidente Donald Trump recientemente tuiteó que la caravana migrante de más de 5 mil centroamericanos está formada por algunos «malhechores y pandilleros muy malos», un puñado de expertos y defensores de inmigración dijeron a HuffPost que ese no es el caso.

La realidad, según algunos expertos, es que la caravana está llena de niños que se han embarcado en un viaje físico y mentalmente agotador para escapar de situaciones que ponen en peligro su vida en Centroamérica. Alrededor de la mitad de las aproximadamente 4 mil personas en la caravana son niños, con edades que van desde bebés de un mes hasta adolescentes.

El viaje que lleva más de dos semanas y que sigue en tránsito en el sur de México, a veces involucró caminar hasta siete horas a temperaturas de 40 grados sin acceso a agua limpia. Los inmigrantes se ven obligados a dormir en el suelo y no tienen suficientes mantas.

La caminata ha dejado a los niños deshidratados, débiles y enfermos, según defensores y pediatras. El grupo está tan agotado que el miércoles se detuvieron por un día en Juchitán, Oaxaca, una ciudad del sur de México, para descansar y con la esperanza de que los autobuses los llevaran a Ciudad de México.

«Estos son seres humanos», dijo Alex Mensing, organizador de Pueblo Sin Fronteras, el grupo de derechos de inmigración que organizó la caravana. «Los niños en la caravana no saben lo que significa una frontera».

Mensing y otros le dijeron a HuffPost que el uso de Trump de la caravana de migrantes como arma política, incluido el anuncio de que enviará a la frontera a 5 mil 200 soldados, ignora el sufrimiento real de los niños vulnerables.

 

Manuel Valenzuela, un pediatra con sede en El Paso que trabaja como voluntario en la caravana, dijo que su mayor preocupación es la propagación de enfermedades infecciosas, algo que puede suceder fácilmente en grandes grupos con acceso limitado a la higiene.

Los migrantes que duermen en el pavimento a menudo no tienen fácil acceso a las regaderas, y hasta hace poco, cuando las organizaciones de derechos humanos entregaban suministros, no tenían jabón ni desinfectante de manos disponible, dijo Valenzuela. Debido a que no hay suficientes médicos que viajen con el grupo para tratar a miles de personas, un brote masivo de enfermedad podría ser fatal para los niños y ancianos, que tienen sistemas inmunológicos más débiles.

Valenzuela se ha centrado en medidas preventivas, como usar un megáfono para recordar a las personas que se laven las manos. Hasta ahora, dijo, no ha visto a nadie con una condición de salud crítica.

Aún así, dijo, los niños padecen enfermedades gastrointestinales (que causan fiebre, diarrea y vómitos); deshidratación, que ha llevado al desmayo; y bronquitis, que ha dificultado la respiración de los niños.

Dos niños han sido hospitalizados esta semana.

El lunes, Valenzuela dijo que los médicos llevaron a un niño de 4 meses con bronquitis al hospital. El martes, Verónica Abreu Rivera, asistente del proyecto para el Instituto de Mujeres en Migración, dijo que una niña de 15 años fue llevada al hospital por un problema cardíaco.

 

 

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