Gabriela Villalobos
Una gran movilización de fuerzas armadas generó la presencia de una bolsa negra que contenía una misteriosa caja de regalo en la presidencia municipal de Altamira, concretamente en la oficina del tercer regidor.
Ante el temor de que se tratara de un artefacto explosivo, se dio aviso al 911, por lo que al lugar arribaron elementos de Sedena y Marina, quienes al estar frente a la caja de regalo, dudaban en agarrarlo, porque de ésta emanaba un fuerte olor a podrido.
Trascendió que fue una de las asistentes, quien armandose de valor abrió la caja, llevando la desagradable sorpresa de que en su interior había un animal muerto, tierra, listones negros y hasta alfileres.
De inmediato la curiosidad le ganó a los demás empleados, quienes se arremolinaron frente a la oficina, mientras las fuerzas castrenses se debatían entre agarrar o no la caja.
Fue tanta la sugestión, ante lo que calificaron como un hecho de brujería, que a los que estaban presentes comenzo a dolerles la cabeza y a sentir un ardor en la piel, como si hubiersn agarrado chile, según explicaron.
Finalmente la situación no paso a mayores, pero se informó que se pedirá a la secretaria del Ayuntamiento que se revise las cámaras de seguridad instaladas en puntos estratégicos de la presidencia municipal para dar con el responsable de llevar ese tipo de «regalos» a la secretaria del tercer regidor, toda vez que al parecer no es la primera vez que recibe cajas con cosas extrañas, pero no de esta magnitud.
