Por Gabriela Villalobos.
Su nombre es Claudia Sánchez, madre soltera y jornalera, a quien hace 10 meses la vida le cambio por completo, cuando perdió el ojo derecho en una corredora (empacadora) de cebollas, ubicada en el rancho La Periodista de Villa Cuauhtémoc, en el municipio de Altamira.
Con una pensión mensual que no rebasa los mil 700 pesos, debe hacer frente no sólo a los gastos básicos de su hogar, sino también vestir, calzar y educar a su pequeña hija.
Todos los días enfrenta una dura batalla contra la depresión, en la cual no se permite caer del todo por la preocupación y el amor a su hija.
Fue en marzo del año pasado, cuando Claudia llegó a laborar a la corredora se cebolla «Semillas Júpiter y Malvinas S.A. De C.V., como ya venía haciendo desde que había iniciado la temporada de cosecha; se puso los lentes especiales que debía usar trabajar frente a la maquinaria, los cuales compró con sus propios recursos, porque el patrón, en completa evasión a las leyes mexicanas, no les proporciona el equipo de seguridad pertinente para realizar esta actividad.
Relata que cuando estaba frente al equipo que les permite procesar la cebolla, una ráfaga de viento, ocasionó que una partícula entrará a su ojo, generándole de inmediato un fuerte ardor e irritación, por lo que de inmediato reportó lo ocurrido y al responsable del lugar, de nombre Javier Garza le pidió que esperara a la enfermera.
Luego de dos horas de espera, finalmente está llego y sólo se limitó a ponerle gotas para la irritación y se le pidió que continuara con sus labores, mismas que le fue imposible realizar por el fuerte dolor que presentaba, por lo que al volver a ser revisada, optaron por llevarla a un consultorio de similares en lugar de remitirla el IMSS.
En similares les dijeron que presentaba una fuerte infección y que si contaba con seguridad médica fuera canalizada ahí, pero en lugar de llevarla al Seguro Social, la trasladaron otra vez al rancho, donde tuvo que esperar varias horas hasta que le dieran el pase para el IMSS.
No fue hasta el día siguiente cuando acudió a la clínica 16, donde la remitieron al hospital para que la revisara un especialista.
Ya en el hospital, luego de ser valorada, fue internada de urgencia durante varios días en los que se hizo lo posible para que cediera la infección, ya que al no recibir atención médica inmediata, se le hizo una úlcera que le perforó la córnea.
Al no ceder la infección y ante el riesgo de que está se fuera al cerebro, se determinó que la solución para salvarle la vida era que perdiera el ojo, por lo que realizaron el procedimiento.
Ante la difícil situación económica que enfrenta Claudia Sánchez, tomó la decisión de acudir a un abogado donde tras exponer el caso, se acordó presentar un juicio de responsabilidad civil ante el juzgado cuarto contra estas empresas para exigir la reparación del daño.
Cabe señalar que la corredora aplicó un agroquímico nuevo en las cebollas, pero no esperaron el tiempo estipulado para que fuera empacada, por lo que al caerle la partícula en el ojo a Claudia, el daño ocasionado fue irreversible.
