Un equipo arqueológico sueco rescató centenares de botellas de coñac y licor del naufragio de un barco hundido durante la Primera Guerra Mundial en el mar Báltico.
El pasado 22 de octubre, Ocean X, un grupo especializado en la búsqueda y rescate de alcohol de los naufragios, logró sacar del casco del Kyros unas 600 botellas de coñac y 300 de un licor de hierbas.
El cargamento tenía como destino la Rusia zarista, pero el Kyros fue hundido por un submarino alemán, en mayo de 1917. Se sabe que el capitán del sumergible germano UC-58 atacó esa nave porque creyó que trasportaba alcohol de contrabando.
102 años hace que el barco Kyros fue hundido por un submarino alemán en la Primera Guerra Mundial en el mar Báltico
La tripulación sobreviviente fue reembarcada en un navío con destino a Suecia, desde donde había zarpado el suyo.
El coñac, producido por la ya desaparecida destilería De Haartman, y el licor, cuya marca es Bénedictine, están siendo analizados en un laboratorio para determinar si aún pueden ser bebidos.
El mar Báltico ofrece condiciones muy favorables para la conservación de las bebidas (…) es oscuro y muy frío”, señaló Peter Lindberg, responsable de la expedición.
Tras localizarse el casco del Kyros, a 77 metros de profundidad, frente a la isla de Aland, entre Suecia y Finlandia, el equipo especializado de Lindberg tuvo que liberarlo de entre redes de pescadores abandonadas.
Para completar con éxito el rescate fue necesario utilizar un submarino teledirigido, puesto que las condiciones de trabajo se revelaron riesgosas.
A simple vista, las botellas parecen estar en buen estado, en particular las de coñac que están selladas con estaño.
Entre el tapón de corcho y el líquido pueden verse burbujas de aire.
El valor de las botellas todavía debe determinarse, puesto que la marca de coñac ya no existe”, destacó Lindberg.
El rescatista espera lograr un buen precio en una subasta internacional, aunque bromeó: “No estoy seguro de disponer de los medios para poder quedarme con una botella”.