La Plaza principal de Reynosa se convirtió en un cementerio clandestino donde fueron arrojadas bolsas con lo que parecían ser cuerpos humanos.
Mujeres deambulaban en procesión con la mirada clavada en el piso y cubriendo su rostro con pañuelos.
Los ciudadanos observaban sorprendidos la interrupción de lo que parecía ser una tarde de domingo común en esta frontera.
De a poco, se fueron sumando mujeres a la procesión, todas vestidas de negro y llevando en brazos las bolsas negras con supuestos cuerpos.
No emitieron una sola palabra, no había quejas, sólo carteles que pedían “ni una más” y que aseguraban “no estamos todas”.
Se trataba de mujeres pertenecientes al colectivo “Fem Reynosa” que realizaron un performance en pleno centro de la ciudad donde sorprendieron incluso a policías estatales que realizaban recorridos por esta zona.
De inicio, las mujeres se congregaron en la Plaza Treviño Zapata donde elaboraron carteles y se dieron a la tarea de fabricar lo que llamaron “las embolsadas”.
Con bolsas negras, dieron forma a los cuerpos que aseguraron con cinta para posteriormente iniciar el cortejo que las llevó a la Plaza Principal, justo donde se encuentra el Palacio Municipal.
Las mujeres colocaron los cuerpos sobre una manta roja que simulaba sangre en el piso y frente a ellos, carteles con cartas donde expresaban el temor que sienten ante la ola de feminicidios que se registran en el país.
“En este país feminicida estar viva, es una rebeldía”, se podía leer en una de las pancartas que portaban.
Ellas se limitaron a mostrar los escritos y apenas expresaron su temor a que algún día, puedan aparecer “embolsadas” en algún terreno baldío de la ciudad.Y como llegaron, se fueron, en procesión, en silencio y llevando consigo los cuerpos que elaboraron con bolsas negras y cinta.
