Rinden en CAM de Altamira homenaje a la pequeña Dana Paola, quien donó sus órganos
Gabriela Villalobos
Un homenaje a la pequeña Dana Paola que perdió la batalla contra la diabetes infantil, se llevó a cabo esta mañana en el Centro de Atención Múltiple, en el municipio de Altamira, donde cursaba sus estudios.
La menor que tras su muerte dio la oportunidad de vivir a tres personas al donarle sus órganos, fue recordada por sus maestros, compañeritos y por sus padres.
A la llegada al CAM, ubicado en San Jacinto, Angélica María Reyes Rodríguez, su esposo Juan José Arcos, padres de Dana Paola, junto a sus hijas, fueron recibidos por los maestros y alumnos, quienes con porras recordaron a la menor, y con rosas blancas formaron su nombre, para después entregárselas a la familia.
Con mensajes de aliento trataron de reconfortarlos, toda vez que hace diez días la despidieron por última vez en el hospital del IMSS en Ciudad Madero, a donde ingresó con un cuadro severo de diabetes infantil, enfermedad con la que lucho durante cuatro años.
«Mamita yo ya me voy al cielo… eso fue lo último que me dijo, ya no pudo hablar, estoy triste porque ya no la veo», relató Angélica María.
Indicó que el sueño de Dana era cumplir sus 15 años y celebrarlo en las instalaciones del CAM, junto a sus compañeros, pero que desafortunadamente ya no podrá ser así, ya que ahora ella festejará esa fecha especial en el cielo.
Al hacer uso del micrófono, la psicóloga Mirta Cano y responsable de Centro de Atención Múltiple recordó con emoción la menor,
«Dana no dejas muchas anécdotas por compartir y te recordaremos por ser alegre, simpática y con muchas ganas de sonreír, eres y serás muy especial siempre para nosotros».
Durante el homenaje se pidió un minuto de silencio para la pequeña.