Comerciantes obligados a vender en las banquetas; ya no sale ni para pagar renta de locales
Gabriela Villalobos
Las bajas ventas de comidas y el elevado costo de rentar obligó a doña «Cata» a vender en la calle.
Le regalaron un exprimidor de naranjas para que diversificara su negocio con la venta de jugos, pero ni eso funcionó y ahora contempla dejar de vender.
Catalina Méndez Granados, durante años ha vendido alimentos en un localito sobre la Calle Miguel Hidalgo, a un costado de la presidencia municipal, pero la pandemia la estará obligando a cerrar si las cosas no mejoran.
Dijo que pese a lo difícil de la situación no ha dejado de dar trabajo a dos familias, pero ya la situación se ha tornado verdaderamente imposible.
Señaló que inicia con su venta a las seis de la mañana y que este martes en todo el día sólo había vendido cinco jugos, por lo que la opción de dedicarse exclusivamente a la venta de éstos, ya la descartó.
«Nos subieron la tortilla, la masa, la gasolina, el huevo, todo esta muy caro, a donde nos están llevando, yo lo siento por las dos familias a las que les doy trabajo, pero si las cosas no mejoran voy a tener que cerrar».
