Calles vacías así como como bulevares y avenidas con muy poco tránsito de vehículos, es como luce la ciudad de Reynosa cuando cae la tarde. Cuando hace días había caos vial al ser las 6 de la tarde una hora pico, hoy las escenas que se pueden ver son de una ciudad fantasma.
Pese al llamado de las autoridades, de no hacer caso a información falsa de levantamientos y más hechos violentos, las balaceras y persecuciones que no han cesado desde el pasado sábado, bastan para que la población se autoimponga un toque de queda.
Incluso los centros comerciales y algunos de los pocos comercios que por necesidad o reglas internas permanecen abiertos al público, lucen totalmente vacíos.
Cabe señalar que uno de los principales motores económicos, la maquila, se ha visto gravemente afectada, toda vez que la mayoría de las fábricas se han visto forzadas a cerrar temporalmente sus puertas, por orden de directivos pero también porque los obreros temen por sus vidas al salir de casa.
También toda actividad deportiva o de esparcimiento ha quedado de lado, por lo que quien sale a las calles, es solo por alguna urgencia.
La gente ha decidido que no está dispuesta a exponer su vida, a una balacera que se puede registrar en cualquier momento del día y en donde como hace unos días al menos 15 personas de la sociedad civil, fueron asesinadas.
