A 11 años de la masacre de 72 migrantes en San Fernando
A 11 años de la masacre de 72 migrantes en San Fernando, Tamaulipas, estos insisten y se atreven aun y con miedo, a recorrer la entidad para cumplir el anhelado sueño americano.
El homicidio colectivo efectuado entre el 22 y 23 de agosto de 2010 puso a Tamaulipas en el reflector mundial como una entidad altamente peligrosa.
Las víctimas, de origen centroamericano, se transportaban en camionetas procedentes de Veracruz con destino a la frontera tamaulipeca con el objetivo de cruzar a los Estados Unidos, cuando supuestamente fueron interceptados por un comando armado.
Según un joven de 18 años de origen ecuatoriano que logró escapar, los migrantes fueron trasladados a una bodega de esta zona ejidal, donde se les pidió que llamaran a sus familiares para pedirles dinero o bien, formar parte de las filas de este grupo delincuencial. Las 72 víctimas negaron ambas propuestas, por lo que uno a uno, atados de pies y manos fueron ejecutados en este lugar.
El testigo, fingió estar muerto para posteriormente huir y caminar por cinco horas para pedir ayuda a personal de la Secretaría de Marina (Semar) a quienes se topó en su camino tras su fuga.
Fue el 30 de agosto cuando los 72 cuerpos fueron hallados, generando temor y preocupación entre cientos de familias de países latinoamericanos quienes, angustiados, querían saber si su familiar se encontraba entre los cadáveres.
Entre los 72 cuerpos se identificaron, 21 hondureños, 14 salvadoreños, 10 guatemaltecos, un ecuatoriano, cuatro brasileños e incluso un hindú.
Sin embargo, la muerte de los 72 migrantes y el reclamo internacional no fueron suficientes para que las autoridades lograran frenar la violencia en el territorio tamaulipeco.
Posterior a esto, y a menos de un año de la ejecución de los 72, un nuevo caso era reportado en abril del 2011, Tamaulipas era noticia nacional nuevamente con el hallazgo de 196 cuerpos en 48 fosas clandestinas encontradas, de nueva cuenta en el municipio de San Fernando.
Una década después de estos sucesos, el 23 de enero de este 2021, fueron encontrados 19 cuerpos calcinados en el ejido Santa Anita perteneciente al municipio tamaulipeco de Camargo, muy cerca de Nuevo León. Según la Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas (FGJT) de los 19 cuerpos, al menos 14 eran de origen guatemalteco.
El sacerdote Elías Dávila Espinoza, encargado de la Casa del Migrante «La Sagrada Familia» en Tlaxcala, que recibía hasta siete mil 500 migrantes por año, recordó que tras la masacre de San Fernando estas personas decidieron evitar en lo más posible, el paso por Tamaulipas.
Precisó que en los años siguientes al 2010, optaban por recorridos largos en San Luis Potosí, otros se iban hasta Tijuana, Baja California, para estar lo menos posible en el territorio tamaulipeco.
«La ruta más cercana es precisamente Tampico, llegar a Ozuluama (Veracruz), luego Tampico, San Fernando para llegar a Reynosa o San Fernando, pero con los de secuestros dejaron de hacerlo”, sostuvo.
El padre Francisco Gallardo López, responsable de las casas del migrantes en los municipios de Matamoros y Reynosa, destacó que, pese a los peligros que implica este recorrido, es la necesidad que viven en sus naciones de origen lo que los ha orillado a realizar el trayecto en Tamaulipas.
A 11 años de los hechos, la masacre de San Fernando asustó, pero no alejó a los migrantes de Tamaulipas, entidad donde la situación es precaria por falta de profesionalismo en el trabajo de las autoridades, pero, sobre todo, de humanidad.