Hallan 23 años después a joven embarazada y su hija de 22 meses bajo el agua
Samantha Hopper estaba por cumplir 20 años cuando su familia no volvió a saber de ella. La joven estaba embarazada y llevaba consigo a Courtney, su pequeña hija de 22 meses, cuando fue vista por última vez mientras se dirigía a Russellville, Arkansas, donde dejaría encargada a la niña para después ir a un concierto en Little Rock.
El 11 de septiembre de 1998 fue la última vez que se supo algo sobre la joven madre, quien entonces tenía 8 meses de embarazo, y su pequeña hija. Por más de dos décadas ha estado abierto el caso de la desaparición de Samantha y Courtney, sin embargo, las búsquedas y difusión de su ficha no había dado frutos.
La búsqueda de Samantha y su hija Courtney se había extendido por más de dos décadas; las autoridades nunca cerraron el caso y por ello su ficha ha seguido circulando en Arkansas, otras ciudades de Estados Unidos y más recientemente en redes sociales.
Dezarae, su otra hija, se acercó a una organización sin fines de lucro de buzos llamada Adventures with Purpose, la cual empezó como iniciativa para limpiar ríos y que terminó dedicándose a indagar casos que no se han resuelto, luego de hallar evidencia y cuerpos en el agua.
A poco más de mes y medio de que se cumplieran 23 años de la desaparición de ambas, la hija mayor de Samantha recibió una llamada el pasado 26 de octubre: Los buzos voluntarios que apoyan a la ONG que contactó habían encontrado un automóvil idéntico al de su mamá debajo de un puente, el vehículo estaba sumergido en el agua, a unos dos metros y medios de la superficie y como a 25 metros de la orilla.
Los llamados Chaos Divers habían estado buscando cerca de Pleasant View Road, en Wisconsin, y encontraron el auto Ford Tempo azul. Cuando Samantha desapareció recién lo había adquirido por lo que aún no tenía placas, sin embargo, el cruce información ayudó a determinar que se trataba del carro de la joven mamá de 19 años.
Estos buzos especializados explicaron en su página oficial de Facebook que la familia de Samantha Hopper estuvo presente cuando sacaron el vehículo del agua. Dentro había restos humanos, los cuales fueron enviados a un laboratorio criminalista para realizar pruebas de ADN, sin embargo, los seres queridos de ambas mujeres dan por hecho que se trata de ellas.
Con información de El Heraldo de México