Interponen queja contra militares ante CNDH por agresión a balazos en contra de tres hombres en Nuevo Laredo
Familiares de una de las tres víctimas de la agresión a balazos, perpetrada por personal militar el pasado 24 de marzo en la colonia del ISSSTE, solicitaron la intervención del Comité de los Derechos Humanos, y ya se interpuso una queja ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos por los hechos en los que casi pierden la vida dos de ellos.
Raymundo Ramos Vázquez, presidente del Comité de Derechos Humanos en Nuevo Laredo, informó que a petición de Mirna Zorayda, madre de Carlos Eduardo Orozco Martínez, una de las tres víctimas de los soldados, se intervino en los hechos.
En una conferencia de prensa, Ramos reconoció que el 18 de marzo llegaron a Nuevo Laredo alrededor de 800 elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) incluyendo 250 de las fuerzas especiales, lo cual fue bien visto por la ciudadanía.
Sin embargo; una semana después, este mismo personal perpetró una agresión directa en la colonia del ISSSTE en contra de tres jóvenes.
Se trata de Carlos Eduardo Orozco Martínez, Alfredo Rodríguez Torres y Francisco Javier Espinoza, este último menor de edad y originario de Laredo, Texas.
De acuerdo con investigaciones, Orozco Martínez fue atacado a balazos por militares en el Bulevar Constituyentes y Paseo de la Cañada. Lo acompañaban en una camioneta Tahoe Rodríguez Torres y Francisco Javier.
Ese día, sólo Orozco Martínez y Rodríguez Torres sufrieron heridas por arma de fuego y fueron trasladados al Hospital General, bajo una fuerte custodia de militares. Francisco Javier, originario de Laredo, Texas, acusó que lo golpearon y lo amenazaron de muerte.
“Veníamos varios amigos en una camioneta tipo Tahoe color negro circulando con dirección a la colonia del ISSSTE y antes de llegar a puente vimos que unos tres vehículos militares manejaban detrás de nosotros y de repente sentimos un golpe en la parte posterior de la camioneta al mismo tiempo que nos prendían los códigos y nos hicieron chocar con un camión de pasajeros y luego contra el camellón.
Nosotros por miedo a los militares nos bajamos con las manos en alto intentando tirarnos al piso y en eso comenzamos a escuchar disparos que nos hacían unos soldados, como tres o cuatro, que venían en una camioneta pick up del Ejército, yo me sentí herido en el pecho y caí desmayado, luego desperté cuando escuché más balazos y ví que un soldado se dirigía a mí para rematarme, entonces intenté levantarme y comencé a gritar que no dispararan, que no traíamos armas y pedí auxilio”, declaró Orozco Martínez.
Ramos Vázquez denunció que tanto Orozco Martínez y Rodríguez Torres fueron atacados aún cuando ya estaban sometidos y tendidos sobre el pavimento, añadiendo que presentaban disparos a corta distancia y por la espalda.
Señaló que los ofendidos declararon que no poseían drogas, armas e incluso no opusieron resistencia; al contrario, bajaron de la unidad y alzaron las manos, cuando fueron atacados.
Tras la agresión, Ramos Vázquez dijo, que los militares no permitieron el ingreso de las ambulancias, cuyos paramédicos debieron esperar más de 40 minutos para poder auxiliarlos y después llevarlos al Hospital General.
Antes del traslado, Ramos Vázquez reveló que los militares incurrieron en otras irregularidades como no dar aviso a la Fiscalía General de la República y la Fiscalía de Tamaulipas, al considerarse una escena “criminal”.
Además, manipularon el lugar recogiendo los casquillos de las armas de fuego que accionaron en contra de las víctimas, lo cual fue confirmado por el tercer sobreviviente, Francisco Javier.
«Mientras estaba detenido, escuche decir a un soldado que aparentemente era el responsable que levantaran los casquillos para no dejar evidencias, y luego los soldados los recolectaron del pavimento y entre los matorrales”, dijo.
Ya en el nosocomio, los militares montaron un perímetro e impidieron el contacto de las víctimas con sus familiares, alegando que se encontraban detenidos.
Ante tal situación y las amenazas de muerte vertidas en contra de dichas personas, el Comité de los Derechos Humanos intervino en la queja.
En su solicitud a la CNDH, el Comité Local hizo al menos 15 peticiones en las cuales sobresale: Admitir la queja con carácter de urgencia; enviar personal de visitaduría; identificar plenamente al personal involucrado en los hechos; identificar a cada uno de los militares que impidieron el acceso a los familiares; entre otras más.
La víctima identifica plenamente a la unidad 0925305 de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), como la camioneta que les impactó al menos en tres ocasiones y de donde bajaron los militares que sin motivo alguno comenzaron a dispararles.
Con información de Monitoreo Laredo