Retorno de connacionales evacuados de Ucrania se complica
Como toda operación de alcances internacionales, como lo es ésta, el rescate de mexicanos no es cosa fácil. Aquí, en Bucarest, la décima urbe más grande de la Unión Europea, no ha llegado, hasta el momento, alguno de esos paisanos que salieron de sus hogares en Ucrania. La logística está siendo cuidadosamente planeada y, por lo mismo, requiere de paciencia y tiempo.
Lo que sí es un hecho es que nuestra embajadora en Ucrania, Olga García Guillén, trabaja las 24 horas todavía desde su residencia en Kiev, coordinado con sus homólogos de Rumania, Guillermo Ordorica, y el encargado de asuntos consulares en Polonia, Carlos Tena, para asistir a todos los mexicanos que se quieran trasladar a una zona más segura.
De hecho, el plan original para que este miércoles la aeronave mexicana retorne repleto de connacionales puede ser modificado. De ser necesario, se quedará unos días más en Rumania, de acuerdo con funcionarios de la cancillería, consultados al respecto.
Además, siguen las negociaciones de gobiernos de Latinoamérica con la administración de López Obrador para que ciudadanos de otras naciones de nuestro continente puedan abordar el vuelo y acercarse a su tierra.
Nada firme aún, aunque la intención es llenar con la mayor cantidad de personas posible ese avión mexicano pilotado por el capitán Iván Espejel Estrada.
Hace un frío del carajo. 2 grados centígrados. Una ligera nevada, intermitente, atizada con vientos que literalmente cachetean el rostro en Rumania.