Crean primera matriz artificial del mundo, podría criar 30 mil bebés al año
Como sacado de una película de ciencia ficción, una empresa alemana presentó a través de un video un proyecto científico y tecnológico que ha causado polémica ya que plantea crear la primera matriz artificial o como se le conoce en internet granja de bebés en el mundo, la cual podría incubar 30 mil fetos al año.
EctoLife, la primera matriz artificial del mundo, podrá criar 30 mil bebés al año, se basa en más de 50 años de investigación científica innovadora realizada por investigadores de todo el mundo y la noticia ya está causando polémica a nivel mundial.
Y es que EctoLife es el proyecto científico más arriesgado que se ha trazado el ser humano haciendo que las ideas de ciencia ficción se quedan cortas ante este proyecto científico y tecnológico que plantea la creación de una fábrica de bebés que se gestan en úteros sintéticos.
Fue a través de un video con animación en 3D, que se dio a conocer el concepto de crear vida fuera del cuerpo humano convirtiéndose en algo “imaginable”, en lo que se buscaría combinar los óvulos y espermatozoides, mediante la fertilización in vitro.
Por si fuera poco, este proceso de selección de fetos permitirá a los progenitores “diseñar genéticamente su embrión antes de implantarlo en el útero artificial”, mediante el uso de la herramienta de edición de genes CRISPR-Cas 9, y con esto cabría la posibilidad de obtener bebés mucho más sanos que los de la actualidad, destacó Al-Ghaili, el creador de este concepto de cápsulas de crecimiento.
El controversial proyecto afirma que los partos naturales y cesáreas están siendo cosa del pasado y que la relación con los fetos será igual de cercana, esto, gracias a la tecnología implementada en los úteros artificiales, con la que los padres podrán desde ver el crecimiento de sus hijos hasta sentir sus movimientos a través de un chaleco especial controlado por una aplicación en el teléfono.
El proyecto también haría uso de la tecnología de Inteligencia Artificial (IA), que daría a cada bebé “nutrientes personalizados adaptados a sus necesidades y podría monitorear las características físicas e informar cualquier anomalía potencial por desviaciones de la gestación normal”.
