Especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) llevaron a cabo un importante descubrimiento en la sierra de Tamaulipas al rescatar una osamenta que se cree pertenece a un individuo del grupo étnico «janambre». Esta comunidad cuenta con escasa información histórica y se estima que habitó la región hace más de tres siglos.
El hallazgo tuvo lugar en una cueva ubicada en el Cañón del Huizachal, a aproximadamente 30 kilómetros de la ciudad de Ciudad Victoria. Un reporte ciudadano alertó a la representación estatal del INAH sobre la presencia de un antiguo esqueleto en ese sitio, lo que llevó a los investigadores a acudir al lugar.
Según el antropólogo físico Ernesto Velasco González, la osamenta humana se encuentra en un estado de conservación relativamente bueno. Se determinó que los restos corresponden a un adulto masculino de entre 35 y 40 años de edad. Otras características observadas en los restos indican que se trataba de un individuo corpulento, con una estatura superior a 1.65 metros y signos evidentes de una intensa actividad física. También se notó un desgaste dental considerable.
Durante el entierro, se encontraron tres puntas de flecha de tipo Cameron, objetos que han sido identificados en sitios históricos del sur de Texas, Estados Unidos, y en la Sierra de Tamaulipas, en el noreste de México. Estos hallazgos, junto con el contexto del entierro, llevan a los investigadores a concluir que el individuo ocupaba un lugar significativo en la sociedad a la que perteneció.
El arqueólogo Carlos Vanueth Pérez señaló que este descubrimiento permite contrastar datos arqueológicos con investigaciones realizadas por estudiosos como Gabriel Saldívar, Guy Stresser-Péan y Octavio Herrera, quienes han resaltado la importancia de los janambres en la disputa por el territorio que luego fue conocido como Nuevo Santander.
De acuerdo con el INAH, los janambres eran un grupo étnico mencionado en fuentes históricas como una oposición feroz a la colonización del noreste de la Nueva España en los siglos XVII y XVIII. El abrigo rocoso donde se encontró la osamenta se sitúa en un área de valles intermontanos que, según la literatura clásica, fue escenario de conflictos bélicos entre las poblaciones nativas y las fuerzas lideradas por José de Escandón y Helguera.
Este importante descubrimiento arqueológico proporciona valiosa información sobre los janambres y su papel en la historia y la resistencia indígena en la región del noreste novohispano. El INAH continuará investigando para ampliar nuestro conocimiento sobre este grupo étnico y su legado en la historia de Tamaulipas
