Una joven que labora en el Tec de Madero desde hace 10 años, se armó de valor y decidió pedir ayuda para que se agilice la denuncia que presentó contra un compañero que la acosa sexual y laboralmente.
Indicó que puso su queja en la escuela y pidió que la situarán en un área separada de su acosador, pero que hasta el momento el Tec no ha hecho nada.
Además de soportar el acoso sexual, ahora también es víctima de las burlas de sus compañeros, quienes amenazaron a la jefa directa de la trabajadora de hacer una protesta de brazos caídos si la seguía protegiendo.
«Es una denuncia por acoso sexual y hostigamiento que sufrí en el mes de abril, le entregué una narrativa de los hechos al sindicato y en la dirección, a la subdirección y en mi área y no han procedido para garantizar mi bienestar «.
Dijo que solo pide un espacio seguro para trabajar y que la persona sea castigada.
«He pedido un espacio seguro, que se me respeten mis derechos, que la persona sea castigada. Tuve que acudir a presentar una denuncia ante la fiscalía porque en mi centro de trabajo no me han hecho caso, he sido ignorada, ahora también mis compañeros de área han comenzado a hostigarme. El día de ayer mi jefa directa que de buena voluntad le había brindado un espacio seguro, que es como una bodega, ayer mis compañeros amenazaron a mi jefa de hacer una protesta de brazos caídos si me seguía apoyando. Todo esto ha pasado porque yo tuve el valor porque yo alcé la voz».
Dijo que su sindicato tampoco la ha apoyado.
La trabajadora de Tecnológico de Madero acudió a la presidencia de Tampico para solicitar el apoyo de la regidora Beatriz Rodríguez Taravelsi, quien se comprometió a apoyarla, toda vez que acudió también a Derechos Humanos, pero el plantel ha ignorado el llamado de la dependencia no gubernamental.
