En promedio cuatro casos de abuso sexual y violación son atendidos por la procuraduría del DIF de Altamira de forma mensual.
La titular de la dependencia, Francisca Arteaga Hernández, comentó que los principales agresores son los abuelos, tíos o abuelastros.
Indicó que hay casos que atienden, donde los menores refieren que son abusados, pero la realidad es otra y corresponde más a una patología.
Detalló que en lo que va del año, ya han recibido tres casos de abuso y violación sexual.
«Estamos hablando de un promedio de unos cuatro asuntos entre abuso sexual y violación por mes, que se atendieron el año pasado. Se está hablando con los papás, para hacerlos recapacitar sobre el peligro que corren los menores de edad, que no los dejen solos tanto tiempo, porque en minutos puede pasar cualquier situación y en los casos que hemos atendido, es la propia familia cercana los han abusado o violado de los menores».
Comentó que este tipo de delitos se dan más en la zona urbana del municipio, pero que en el afán de disminuir la incidencia, están llevando platicas de prevención, sobre todo por la dificultad que puedan tener las familias de las víctimas en acercarse al DIF por la distancia.
