Luego de la muerte de personas por meningitis en Estados Unidos, la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos por sus siglas en inglés Food and Drug Administration) emitió una alerta sanitaria el año pasado por los casos clinicos de personas que contrajeron esta enfermedad, luego de realizarse cirugías estéticas en Matamoros, Tamaulipas.
Al detectar anomalías graves en las clínicas, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) y la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COEPRIS) comenzaron a realizar las investigaciones, culminando con la clausura definitiva de dos clínicas privadas, el Hospital K-3 y Riverside por no contar con los permisos para su legal funcionamiento, ambos ubicados en Matamoros.
El titular de la COEPRIS, Alberto Moctezuma Castillo, informó que derivado de lo sucedido el año pasado donde al menos siete personas se sometieron a procedimientos quirúrgicos y perdieron la vida tras contagiarse de meningitis; ahora los tramites para la expedición de permisos de funcionamiento para clínicas privadas se realizarán ante la COFEPRIS debido a que en sexenios anteriores la COEPRIS entregaba permisos de funcionamiento a las clínicas de manera discrecional, sin cumplir con las normas sanitarias o contar con un expediente dentro de la dependencia estatal.
La COEPRIS también detectó 12 clínicas privadas, de las más de 130 que se encuentran en el estado, que no cumplieron la norma, por lo que fueron cerradas temporalmente. Estas clínicas se ubican principalmente en la frontera norte, en Matamoros y Reynosa, de las cuales la mayoría ya cumplieron con la normatividad y permisos para poder proveer el servicio.