De nueva cuenta el Instituto Mexicano del Seguro Social, pero ahora de Altamira genera inconformidad entre sus derechohabientes, ante la falta de empatía del personal hacia los pacientes.
Y es que a pesar de que se trataba de una menor de edad con una discapacidad, el personal hizo caso omiso y lejos de atender con rapidez, decidieron hacer pasar por un calvario a la niña y a sus padres.
Tal fue el caso de una pequeña que enfrenta una discapacidad por el síndrome de Landau Klefer (El niño puede escuchar lo que usted está diciendo, pero no entiende lo que significan las palabras. Con el tiempo, pueden perder la capacidad de hablar, a veces de forma permanente si no se tratan de inmediato), que fue llevada por su madre, Yessenia Flores con fiebre, vómito y diarrea.
La atención de la pequeña nunca se brindó, la mantuvieron por varias horas en espera de su turno, mientras su salud empeoraba, pues la fiebre no cedía, por lo que su mamá, decidió trasladarla a la clínica del DIF de Altamira, donde la tienen internada con suero intravenoso, toda vez que la menor se encontraba ya muy débil.
«Hago llamado a las autoridades para que pongan orden en el seguro social de la Morita, por que una mujer que se cree dueña de la clínica, impidió la atención médica de urgencia a mi hija, que se encontraba muy grave».
Dijo que lleva al IMSS a su hija por que es derechohabiente y ahí tienen su expediente del síndrome que padece y los cuidados médicos que requiere.
«Hoy se complicó la salud de mi hija por las altas temperaturas, le dió fiebre, vómito y diarrea y aún así, por culpa de esta trabajadora no me la quisieron atender y se me estuvo empeorando en la sala de espera del hospital, mejor me la lleve a la clínica del DIF».
Lamentó que el personal no se ponga en los zapatos de las familias que tienen niños con discapacidad y les brinden una atención más rápida y en su lugar los hagan esperar horas.
