La brecha de género en el mercado laboral formal del país se ha cerrado en los últimos años, e incluso, en algunos estados mexicanos la participación de la mujer es mayor que la del hombre, convirtiéndose en un motor económico.
Según cifras de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), al cierre de febrero del presente año se generaron 629,341 empleos formales, respecto a igual periodo del 2023.
De este total nacional, 51.2% corresponde a mujeres, equivalente a 322,533 nuevas trabajadoras aseguradas en el Instituto Mexicano del Seguro Social; es decir, el género femenino superó al masculino en creación de plazas.
Hace un lustro, la aportación de la mujer en el total de altas en el Seguro Social fue de 46.0%; esto significa que de cada 100 empleos formales creados, 46 fueron ocupados por mujeres. En tanto, una década atrás el porcentaje ascendió a apenas 37 por ciento.
A nivel estatal se observa que la brecha es menor. De las 32 estados, la mitad mostró participaciones superiores a 50% de la mujer en los empleos formales generados a febrero pasado.
El mayor indicador fue para Tamaulipas con 92.4%; esto representa que en el estado fronterizo se contrataron 1,098 personas, de las cuales, 1,015 pertenecen al género femenino.
También destacan con porcentajes superiores a 60% los territorios de Sinaloa, Baja California Sur, Sonora, Jalisco y Michoacán, manifestando la apertura laboral para la mujer.
Al otro extremo, las entidades con una aportación de la mujer en el mercado laboral formal inferior a 40% fueron Quintana Roo, Campeche, Guerrero e Hidalgo.
Además, se dieron casos especiales. En Chihuahua y Tabasco, se registró una pérdida de empleos total; sin embargo, sí se crearon trabajos formales para las mujeres.
Mientras en Durango y Zacatecas el número de empleos creados para el género femenino fue mayor que el total estatal, debido a que se dieron pérdidas en hombres.