El presidente Daniel Noboa emitió un pronunciamiento dirigido al país y a la comunidad internacional este lunes 8 de abril de 2024. En el comunicado, explicó la orden que dio para irrumpir en la Embajada de México en Ecuador, para detener al exvicepresidente Jorge Glas, sentenciado y procesado por casos de corrupción.
El primer mandatario ecuatoriano dijo «es una situación compleja y sin precedentes» la que vive el país por las decisiones excepcionales que adoptó para «proteger la seguridad nacional, el Estado de Derecho y la dignidad del pueblo que rechaza cualquier tipo de impunidad a criminales, delincuentes, corruptos o narcoterroristas».
Noboa aseguró que el Ecuador «respeta a todas las naciones y el derecho internacional» y aprovechó para dirigirse al Estado mexicano. «Al pueblo hermano de México quiero expresarle que siempre estaré dispuesto a resolver cualquier diferencia, pero que la Justicia no se negocia». Además ofreció «que jamás protegeremos a criminales que les han hecho daño a los mexicanos».
Sin embargo, recalcó que su «obligación es cumplir con los dictámenes de la Justicia y no podíamos permitir que se asile a delincuentes sentenciados», en referencia a Glas, quien era el hombre de confianza del expresidente Rafael Correa, prófugo en Ecuador.
El presidente Daniel Noboa emitió un pronunciamiento dirigido al país y a la comunidad internacional este lunes 8 de abril de 2024. En el comunicado, explicó la orden que dio para irrumpir en la Embajada de México en Ecuador, para detener al exvicepresidente Jorge Glas, sentenciado y procesado por casos de corrupción.
El primer mandatario ecuatoriano dijo «es una situación compleja y sin precedentes» la que vive el país por las decisiones excepcionales que adoptó para «proteger la seguridad nacional, el Estado de Derecho y la dignidad del pueblo que rechaza cualquier tipo de impunidad a criminales, delincuentes, corruptos o narcoterroristas».
Noboa aseguró que el Ecuador «respeta a todas las naciones y el derecho internacional» y aprovechó para dirigirse al Estado mexicano. «Al pueblo hermano de México quiero expresarle que siempre estaré dispuesto a resolver cualquier diferencia, pero que la Justicia no se negocia». Además ofreció «que jamás protegeremos a criminales que les han hecho daño a los mexicanos».
Sin embargo, recalcó que su «obligación es cumplir con los dictámenes de la Justicia y no podíamos permitir que se asile a delincuentes sentenciados», en referencia a Glas, quien era el hombre de confianza del expresidente Rafael Correa, prófugo en Ecuador.
Tras conocerce la incursión de la Policía ecuatoriana en la legación diplomática mexicana, los gobiernos de distintos países condenaron la decisión de Noboa.
Los primeros en pronunciarse fueron los presidentes de Bolivia, Luis Arce; de Brasil, Ignacio Lula y de Colombia, Gustavo Petro. Este último consideró que la OEA (Organización de Estados Americanos) y la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) deben realizar una reunión de urgencia por la ruptura de la Convención de Viena.
Para Noboa, el otorgamiento del asilo a Glas se dio «violando el artículo 3 del Acuerdo de Caracas, el art. 1 de la Convención de Montevideo y el art. 41 de la Convención de Viena.
También mencionó que con la decisión del gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) de asilar a Glas se corría » el riesgo inminente de su fuga, como nos ha pasado antes, y se burlen nuevamente del pueblo ecuatoriano». Esto en relación a la huida de la exministra María de los Ángeles Duarte, que se asiló en la Embajada de Argentina en Quito y luego viajó a ese país, eludiendo a la Justicia.
Noboa cuestionó la gestión que ha emprendido su oposición, encabezada por el expresidente Correa, para que México genere un conflicto bélico con Ecuador y que se imponga sanciones económicas internacionales.
«Unos políticos ecuatorianos caducos han solicitado a México que nos declare la guerra, y a la comunidad internacional nos sanciones económicamente incurriendo en una traición a la Patria nunca antes vista», mencionó. El presidente considera que son reacciones de quienes «han puesto sus intereses y proyecto político por encima de la soberanía, dignidad y justicia del Ecuador» y que incluso lo han encasillado en un extremo al hablar de una supuesta lucha ideológica.
El jefe de Estado mencionó que «hay que entender que nos estamos jugando el país» y atribuyó que «todas estas críticas salen una vez que ven que la gran mayoría de ecuatorianos votará por la consulta popular el 21 de abril».
