A los 76 años, Zambada, quien cofundó el Cártel de Sinaloa junto con Joaquín “El Chapo” Guzmán, ha sido un objetivo crucial para las autoridades. Guzmán, condenado en 2019 a cadena perpetua más 30 años de prisión por un tribunal federal, fue uno de los líderes más destacados del grupo criminal. La DEA había ofrecido una recompensa de 15 millones de dólares por información que condujera a la captura de Zambada.
En febrero pasado, fiscales federales estadounidenses acusaron a Zambada de conspiración para fabricar y distribuir fentanilo, una sustancia que, según funcionarios, es la principal causa de muerte entre estadounidenses de 18 a 45 años. Esta acusación fue la quinta en contra de “El Mayo” y fue anunciada por el fiscal federal para el distrito este de Nueva York, Breon Peace, junto con la directora de la DEA, Anne Milgram.
Las autoridades han señalado que, a pesar de su arresto, Zambada continuaba dirigiendo el cártel y supervisando la importación y distribución masiva de drogas como cocaína, heroína, metanfetamina y fentanilo desde México hacia Estados Unidos. Este tráfico de drogas ha desencadenado numerosos actos de violencia, incluyendo secuestros y asesinatos, a lo largo de las décadas.