Con 82 años, doña Evangelina González Morales, terminó su instrucción primaria, un sueño que tenía desde hace mucho tiempo y que gracias a la educación para adultos, logró cumplir; orgullosa exhibe su certificado.
Este extraordinario caso de tenacidad, es sin duda un ejemplo a seguir y un motivo de orgullo para su familia, señaló su hija Kary Mendoza.
«Una vez le pregunté, ¿qué le hubiera gustado hacer en su vida? a lo que me respondió: estudiar y terminar por lo menos la primaria. La entendí perfectamente porque en su momento yo no pude cursar una carrera por distintos motivos que en ocasiones sólo son pretextos o miedo a lo desconocido».
Indicó que la animó a cumplir su sueño y la registró en el Instituto Tamaulipeco de Educación para los Adultos (ITEA).
«Mi mamá pudo cumplir su sueño gracias a su dedicación y empeño, estamos muy orgullosos de ella, de que su edad no fue un obstáculo para terminar su primaria».
