El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, acusó al embajador de Estados Unidos, Ken Salazar, de injerencismo tras sus declaraciones sobre la reforma judicial. Durante su conferencia matutina del viernes 23 de agosto, el mandatario calificó las declaraciones del diplomático estadounidense como imprudentes y desafortunadas.
Salazar había advertido que la elección directa de jueces, propuesta en la reforma, podría poner en peligro no solo la democracia en México, sino también la relación económica entre ambos países. En respuesta, la Secretaría de Relaciones Exteriores emitió un extrañamiento a la embajada estadounidense, señalando que los comentarios del embajador representan una acción inaceptable de intromisión y una falta de respeto a la soberanía mexicana.
López Obrador enfatizó que su gobierno no tolerará actos de intervención por parte de representantes de gobiernos extranjeros en asuntos que competen únicamente a los mexicanos. «Es un extrañamiento para la embajada, espero que no se repita», afirmó el presidente.
Además, el embajador de Canadá, Graeme Clark, se sumó a las preocupaciones expresadas por Ken Salazar, indicando que los inversionistas canadienses también están inquietos por la reforma que se discutirá en el Congreso en septiembre. Clark subrayó que lo que buscan es estabilidad, en un contexto en el que la reforma judicial podría generar incertidumbre.
En resumen, las tensiones diplomáticas entre México y sus socios comerciales del T-MEC han aumentado debido a la propuesta de reforma judicial que plantea la elección directa de jueces mediante el voto popular.