En una medida inédita en Estados Unidos, el estado de Louisiana ha implementado por primera vez una ley que permite a los jueces imponer la castración quirúrgica a pederastas condenados por delitos sexuales agravados contra menores de 13 años. Esta ley, que entró en vigor esta semana, marca un hito histórico al ser la primera en el país en ofrecer esta opción a los jueces.
A diferencia de otros estados como California, Florida, Georgia, Iowa, Alabama, Montana, Oregón, Texas y Wisconsin, que han adoptado medidas similares de castración química, Luisiana ha optado por permitir la castración quirúrgica, un procedimiento mucho más invasivo que implica la extirpación de ambos testículos.
La castración química, que utiliza medicamentos para bloquear la producción de testosterona y reducir el deseo sexual, sigue siendo utilizada en varios estados.
La senadora demócrata Regina Barrow, autora del proyecto de ley, expresó su esperanza de que la nueva medida ofrezca mayor seguridad a los niños al imponer condenas severas a quienes violen su inocencia.
“Al final del día, espero que los niños sepan que pueden sentirse más seguros porque habrá condenas realmente duras que se aplicarán cuando alguien viole su inocencia”, declaró Barrow al canal WAFB9.
No obstante, la ley contempla ciertas excepciones. En algunos casos, la decisión de aplicar la castración quirúrgica dependerá del juez y de un médico del Departamento de Correcciones del Estado.
La senadora Barrow también señaló que uno de los objetivos de la ley es actuar como un “elemento disuasorio” para los potenciales violadores de niños. La castración quirúrgica, al ser una medida extremadamente drástica, busca enviar un mensaje firme contra los delitos sexuales.
En los Estados Unidos, la castración química ha sido adoptada en diversas entidades para pederastas y otros condenados por delitos sexuales.
California fue pionero en 1996 al aprobar la castración química para pederastas implicados en delitos sexuales con niños de 13 años o menores, como la violación o la sodomía.
Con esta nueva ley, Luisiana se convierte en el primer estado en utilizar la castración quirúrgica como una opción de sentencia para los delitos sexuales graves contra menores, marcando un cambio significativo en el enfoque legal hacia estos crímenes.