La tormenta tropical Debby, que tocó tierra como huracán de categoría 1 en la costa del Golfo de Florida, ha desencadenado una serie de eventos meteorológicos extremos en la región sureste de Estados Unidos. El martes, las lluvias torrenciales inundaron calles en Charleston y Savannah, donde se registraron hasta 30 centímetros de lluvia en poco más de 24 horas, y los tornados causaron daños significativos en áreas como Kiawah Island y Edisto Island.
La situación es crítica en Charleston, donde las autoridades locales han bloqueado todas las carreteras que conducen a la península del centro de la ciudad para prevenir daños adicionales y permitir que los equipos de emergencia realicen rescates. El alcalde William Cogswell advirtió sobre los peligros de conducir en las aguas inundadas, afirmando que la medida busca proteger tanto a residentes como a propiedades.
En Savannah, los bomberos utilizaron botes para evacuar a residentes atrapados por las inundaciones, mientras que en un vecindario local, el agua se adentró en las casas, forzando a los residentes a buscar refugio en lugares altos. Michael Jones, uno de los afectados, describió cómo las lluvias intensas provocaron que su refrigerador y muebles flotaran en su casa inundada.
El gobernador de Carolina del Sur, Henry McMaster, advirtió que la tormenta aún no ha alcanzado su punto más crítico, y las lluvias podrían continuar durante varios días. En Carolina del Norte y Virginia, se han declarado estados de emergencia debido a la amenaza de lluvias intensas e inundaciones. El gobernador Roy Cooper de Carolina del Norte y el gobernador Glenn Youngkin de Virginia han solicitado asistencia federal para enfrentar los desafíos que se avecinan.
El Centro Nacional de Huracanes reportó que Debby se encuentra actualmente a 16 kilómetros al este de Savannah, moviéndose a una velocidad de solo 5 kilómetros por hora. Los meteorólogos advierten que la tormenta podría seguir afectando la región con lluvias intensas y posibles inundaciones repentinas, similares a las observadas en huracanes pasados como Matthew y Florence.
En Florida, los daños ya son significativos, con al menos cinco muertes confirmadas debido a la tormenta, y aproximadamente 500 personas rescatadas en Sarasota y otras áreas afectadas. Más de 155 mil clientes en Florida y Georgia permanecen sin electricidad, mientras que en Carolina del Sur, más de 20 mil personas también están sin servicio.
El presidente Joe Biden ha aprobado declaraciones de emergencia para Florida, Georgia y Carolina del Sur, proporcionando asistencia federal para apoyar los esfuerzos de recuperación. Se espera que Debby tome velocidad el jueves, moviéndose hacia el centro de Carolina del Norte y atravesando Virginia antes de llegar al área de Washington, DC el sábado.
