El huracán Francine se debilitó este jueves a depresión tropical después de provocar graves inundaciones y cortes de energía en Luisiana, especialmente en el área metropolitana de Nueva Orleans. La magnitud de los daños llevó a las autoridades a declarar el estado de emergencia, facilitando así la entrega de ayuda federal.
Con vientos máximos sostenidos de 35 millas por hora, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC), Francine sigue generando fuertes lluvias que ahora afectan a los estados de Misisipi, Alabama y el noroeste de Florida. El sistema tropical se encontraba a 30 millas al sur de Jackson, Misisipi, y se desplaza hacia el norte-noreste a 12 millas por hora.
Se espera que Francine continúe debilitándose y se convierta en un ciclón postropical en las próximas horas. El ciclón, el cuarto de la temporada atlántica, impactó Estados Unidos por la localidad de Terrebonne, cerca de Morgan City, como un huracán de categoría 2 en la escala Saffir-Simpson.
Francine sigue a otros huracanes formados esta temporada, como Ernesto, que también fue de categoría 2 y causó importantes daños en Puerto Rico y las Islas Bermudas. En lo que va de temporada, ya se han registrado cuatro huracanes: Beryl, Debby, Ernesto y Francine. La temporada de huracanes del Atlántico, que comenzó el 1 de junio y finalizará el 30 de noviembre, se perfila como una de las más activas de las últimas décadas, con la posible formación de hasta 25 tormentas y 13 huracanes.