El huracán Helen* tocó tierra este jueves en Florida como un ciclón de categoría 4, considerado «extremadamente peligroso» por el Centro Nacional de Huracanes (NHC). La tormenta llegó a la región de Big Bend, en el noroeste del estado, poco antes de las 11:30 a.m. (hora local), con vientos sostenidos de 225 km/h.
La ciudad de Perry, con 7,000 habitantes, fue una de las primeras en ser golpeada por la tormenta. El NHC alertó sobre una marejada ciclónica de hasta 6 metros, capaz de destruir viviendas y sumergir calles.
Cerca de un millón de personas se quedaron sin electricidad, mientras que los aeropuertos de Tampa y Tallahassee cerraron. El gobernador Ron DeSantis exhortó a los residentes a concluir rápidamente sus preparativos.
Algunas comunidades, como Crawfordville, permanecieron sin evacuar. Patrick Riickert, residente de la zona, se refugió en su casa junto a su familia, confiando en su seguridad.
El NHC también advirtió sobre lluvias de hasta 51 centímetros en zonas aisladas, deslizamientos de tierra y riesgo de tornados en Georgia y las Carolinas. Florida y Georgia se mantienen en estado de emergencia, mientras que Tennessee se prepara para condiciones de tormenta tropical.
Helene podría ser el huracán más potente en golpear Estados Unidos en más de un año, superando al huracán Idalia, que azotó Florida en agosto de 2023.