Un intenso incendio forestal conocido como el Incendio Line ha devastado el sur de California, impulsado por días de altas temperaturas que han creado condiciones climáticas extremas, similares a tormentas. El incendio, que arde a lo largo del límite del Bosque Nacional de San Bernardino, ha obligado a evacuar a al menos 6.000 personas y amenaza miles de viviendas y comercios.
Las llamas han quemado aproximadamente 96 kilómetros cuadrados (37 millas cuadradas) de vegetación, generando nubes que pueden producir vientos racheados y rayos. Los bomberos han enfrentado condiciones difíciles en terrenos escarpados, con temperaturas superiores a los 37,7 grados centígrados (100 grados Fahrenheit), lo que ha complicado los esfuerzos de control.
Rick Carhart, portavoz de Cal Fire, explicó que la vegetación densa ha proporcionado una gran cantidad de combustible, exacerbando la situación. Desde el inicio del incendio el jueves, tres bomberos han resultado heridos.
El aviso de calor excesivo para Los Ángeles expirará el martes por la noche, trayendo temperaturas más frescas que se espera ayuden en la lucha contra el incendio, que actualmente está controlado en un 5%. El Incendio Line es uno de los muchos incendios que afectan la región occidental de Estados Unidos, incluyendo Idaho, Oregón y Nevada, donde unas 20.000 personas han sido evacuadas debido a otro incendio en las afueras de Reno.
En la comunidad de Mountain Home Village, Stephen Richardson ha tomado medidas preventivas adicionales para proteger su cabaña de madera, que está en la trayectoria del incendio. “Eso es todo lo que puedo hacer, aparte de ponerme encima del tejado con la manguera del jardín, pero eso no está en mis planes”, comentó Richardson.