La policía del condado Laurel intensifica su búsqueda este domingo para dar con Joseph A. Couch, de 32 años, quien es sospechoso de haber disparado contra nueve vehículos y herido a cinco personas en un ataque que se produjo el sábado en la carretera interestatal 75.
El tiroteo ocurrió en una zona rural al norte de London, una pequeña comunidad en el sureste de Kentucky, aproximadamente a 120 kilómetros al sur de Lexington. Las autoridades hallaron el SUV de Couch cerca del lugar del incidente, junto con un arma semiautomática que se cree fue utilizada durante el ataque, según Gilbert Acciardo, vocero del departamento de policía del condado Laurel.
La búsqueda se ha concentrado en una zona boscosa cercana al lugar del tiroteo. La policía considera a Couch como un individuo armado y peligroso y ha instado a la comunidad a no acercarse a él. «Vamos a ir allí y lo vamos a encontrar», prometió Acciardo a los reporteros.
El ataque dejó a cinco personas heridas, algunas de las cuales se encuentran en estado grave, incluyendo una persona que recibió un disparo en la cara. Además, se registraron heridas adicionales debido a un accidente de tráfico relacionado con el caos en la carretera.
El tiroteo, que ha sido descrito como un acto aleatorio, dejó un escenario desolador: nueve vehículos tiroteados, ventanas rotas y agujeros de bala visibles. «Cuando nuestras primeras unidades llegaron al lugar, dijeron que aquello era una locura: gente a los lados de la carretera, luces de emergencia encendidas, y un caos total», detalló Acciardo.
La carretera fue bloqueada en ambos sentidos mientras se determinaba el origen de las balas. La búsqueda inicial, realizada el sábado por la noche, fue suspendida debido a la oscuridad y se reanudó al amanecer del domingo. La policía, junto con otras agencias de seguridad, continúa rastreando la zona y ha solicitado a los residentes que reporten cualquier avistamiento del sospechoso.
Rodney Goodlett, pastor de la iglesia Faith Assembly of God en London, expresó preocupación por la seguridad de los feligreses, que podrían no asistir a los servicios debido al temor. «Esto es algo trágico, y cuando sucede en tu comunidad, es como un llamado de alerta», dijo Goodlett.
Los legisladores estatales han instado a los residentes a permanecer en casa mientras continúa la búsqueda. El gobernador Andy Beshear también ha ofrecido su apoyo y ha pedido oraciones por todos los involucrados.
La carretera, que había sido cerrada temporalmente, fue reabierta unas horas más tarde. Las autoridades continúan con la investigación y han pedido a la comunidad que mantenga la calma y reporte cualquier información relevante a la línea de emergencia del condado.
