Los empleados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) han decidido, por una abrumadora mayoría, unirse al paro nacional que ha sido convocado por el Poder Judicial de la Federación (PJF). Según datos preliminares, de los 1,072 trabajadores que participaron en la votación, 951 respaldaron la huelga, 116 se opusieron y cinco optaron por abstenerse.
Este paro, iniciado hace dos semanas, es una respuesta a la inminente aprobación de una reforma constitucional que contempla la elección popular de ministros, jueces y magistrados. La votación, realizada en las instalaciones del máximo tribunal constitucional, no impidió la celebración de la sesión ordinaria del pleno de la Corte, la cual duró 49 minutos. La presidenta del SCJN y del PJF, Norma Piña, convocó al pleno para llevar a cabo la sesión como estaba previsto.
Hasta el cierre de esta edición, no se ha emitido un comunicado oficial respecto a la decisión de los trabajadores de la SCJN.
En una sesión privada anterior a la pública, se discutió una propuesta presentada por la ministra Lenia Batres, que fue rechazada por nueve votos contra dos. Batres había propuesto que el Consejo de la Judicatura Federal (CJF) asuma la responsabilidad de garantizar la función jurisdiccional y evitar que el paro afecte el derecho humano al acceso a la justicia. Batres argumentó que una asociación civil, a pesar de estar compuesta por jueces, no tiene la autoridad para hacer declaratorias formales sobre la suspensión de labores y que el CJF es el organismo constitucionalmente designado para la administración y disciplina del Poder Judicial. Solo Yasmín Esquivel apoyó su propuesta.
La asociación a la que se refería Batres es la Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito del Poder Judicial de la Federación (Jufed).