Los propietarios de la funeraria “Return to Nature”, Jon y Carie Hallford, enfrentan serias acusaciones de fraude y abuso de cadáveres después de que se descubriera que entregaron cenizas falsas a los familiares de 190 personas fallecidas, mientras almacenaban los cuerpos en condiciones deplorables. La situación salió a la luz en 2023 cuando vecinos alertaron sobre un fuerte olor nauseabundo y una infestación de plagas en el lugar, ubicado a una hora de Denver, Colorado. Tras la denuncia, las autoridades inspeccionaron el sitio de 232 metros cuadrados y hallaron cuerpos apilados y en descomposición desde 2019. Paramedicos y personal expuesto al lugar reportaron erupciones cutáneas debido a la alta toxicidad de los desechos.
Desde 2017, “Return to Nature” ofrecía entierros “naturales”, en los que los cuerpos se dejaban descomponer sin embalsamar. Sin embargo, en 2019, los Hallford comenzaron a fabricar cenizas falsas con polvo de cemento y falsificaron certificados de cremación; incluso llegaron a enterrar cuerpos equivocados en al menos dos ocasiones. Crystina Page, madre de una de las víctimas, describió la devastadora experiencia: “Mi hijo fue una de esas víctimas, perdió el 60% de su peso corporal. Las ratas y las larvas le comieron la cara”.
Además, durante la pandemia, los Hallford habrían desviado fondos de ayuda para pequeñas empresas, usándolos para gastos personales, como cirugías estéticas, inversiones en criptomonedas y artículos de lujo, acumulando un monto de 900 mil dólares. Actualmente, la pareja enfrenta un juicio en la Corte Estatal de Colorado.
Este caso también impulsó una reforma en la regulación de funerarias en Colorado, que era el único estado que no exigía licencias ni inspecciones regulares en estos establecimientos. En mayo, el gobernador Jared Polis firmó una ley que ahora requiere a los operadores de funerarias tener certificación en ciencias mortuorias y cumplir con otros estándares, en respuesta a los crecientes problemas en el sector funerario del estado.