En su retorno a Guadalajara tras más de una década, la Selección Mexicana superó 2-0 a Estados Unidos en un partido destacado por la actuación estelar de Raúl Jiménez. El delantero se convirtió en el protagonista de la noche, ayudando a romper una racha de cinco años sin derrotar al conjunto estadounidense.
El ambiente previo fue inmejorable, con música de banda y una marea de aficionados vistiendo la camiseta verde. Guadalajara, con el objetivo claro de terminar con la mala racha ante su rival de la CONCACAF, recibió al equipo «Tricolor» con gran entusiasmo.
Aunque el inicio del partido tuvo una baja asistencia debido a problemas de acceso, el Estadio Akron fue llenándose hasta alcanzar los 43,537 aficionados, quienes vibraron con el apoyo a su selección. Pese a la energía en las gradas, el inicio del encuentro fue lento, hasta que un momento brillante encendió a la afición.
Raúl Jiménez, en un homenaje a la leyenda mexicana Benjamín Galindo, abrió el marcador con un espectacular tiro libre que colocó el balón en el ángulo, desatando la euforia en el estadio. A partir de ese momento, Jiménez se robó el show, intentando una chilena, robando balones, y deleitando a los fans con un centro de «rabona» que levantó aplausos.
En la segunda mitad, la presión del equipo mexicano hizo mella en Estados Unidos. Tras perder el balón, Jiménez lo recuperó y asistió a César Huerta, quien definió con precisión para poner el 2-0. Curiosamente, la afición tapatía abucheó a Huerta, delantero de los Pumas, a pesar de su gol.
Por otro lado, Alexis Vega fue recibido con hostilidad por la afición tapatía en su regreso a Guadalajara. Abucheado y llamado «borracho» por los aficionados, Vega vivió una noche difícil cada vez que tocaba el balón.
Con el marcador a favor, los aficionados corearon “olééé” y entonaron gritos de “Chivas, Chivas”. Los abucheos también formaron parte del espectáculo, como un anticipo de lo que será una de las sedes del Mundial 2026.
México, bajo la dirección de Javier Aguirre, no solo ganó, sino que también ofreció un espectáculo memorable, en un ensayo de lo que está por venir de cara a la próxima Copa del Mundo.
