Una familia ha presentado una demanda contra Hingham High School, ubicada en la periferia de Boston, alegando que su hijo fue injustamente acusado de hacer trampa al utilizar inteligencia artificial (IA) en un trabajo escolar. Este caso podría generar cambios significativos en la normativa de las escuelas de todo el estado, abriendo un debate sobre el uso de chatbots en el ámbito académico.
Jennifer y Dale Harris, los padres del estudiante, afirman que la administración de la escuela castigó severamente a su hijo tras acusarlo de emplear IA en un trabajo de historia. «Nos dijeron que nuestro hijo hizo trampa, lo cual no es cierto», declaró Jennifer. La familia sostiene que el manual de Hingham High School no mencionaba el uso de IA hasta después del incidente, cuando el lenguaje fue modificado para abordar el tema.
Los Harris, familiarizados con el debate sobre IA—Jennifer es escritora y Dale es profesor—defienden que su hijo utilizó la tecnología únicamente como herramienta de investigación y no para redactar el trabajo. A pesar de esto, la escuela le impuso una detención y afectó su calificación, lo que resultó en consecuencias académicas significativas, incluyendo su exclusión de la Sociedad Nacional de Honor. Dale Harris calificó el castigo como una violación de los derechos civiles de su hijo, señalando que fue tratado más severamente que otros estudiantes en situaciones similares.
El abogado de la familia, Peter Farrell, comentó que este caso refleja la falta de políticas claras sobre el uso de IA en las escuelas. «Existe una gran confusión acerca de si el uso de IA es equivalente al plagio», explicó.
La familia Harris espera que su demanda motive a la escuela y a otras instituciones a actualizar sus políticas, haciendo el uso de tecnologías emergentes más claro y justo. Jennifer Harris enfatizó la necesidad de implementar políticas sobre IA que sean comprensibles para los maestros y los estudiantes. «Aunque algunos castigos no se pueden deshacer, aún hay tiempo para hacer lo correcto», concluyó Dale.