«Tengo miedo por mi vida, casi no duermo, todas las noches me levanto a checar que las puertas y ventanas estén bien cerradas», señaló Alma Aída Juárez Trujillo, la tarde de este lunes al acudir a la Fiscalía General de Justicia para conocer si hay avances en su caso.
Y es que la agresión que sufrió la noche del pasado 19 de septiembre en Altamira, hasta el momento sigue impune, pues no se emitió ningún boletín de búsqueda ni recompensa para dar con el paradero del frailero que sin conocerla la agredió con un machete.
«No quiero que esto quede impune, tengo miedo, mucho miedo de que esa persona regrese y me quiera matar, por eso vine a la Fiscalía, para conocer si hay un avance en la investigación, temo por mi vida, porque esa persona sigue libre».
Dijo que quiere protección, que haya alguien que la cuide.
Precisó que la carpeta se abrió por el delito de intento de feminicidio, misma que acudió a ratificar.
«No había podido venir porque estaba internada en el hospital muy grave por las heridas que me dejó de muerte, me dijeron que se está investigando por intento de feminicidio».
Aseguró que ella es una mujer que se dedica a trabajar para sobrevivir, que no se mete con nadie, por lo que no se explica el porque de lo sucedido.
«Esta persona me hizo tocamientos, yo me defendí y eso fue lo que le molesto, yo no lo conozco, hago un llamado a las autoridades que pongan atención, que me ayuden, no quiero que esto quede impune, quiero que lo agarren, yo tengo mucho miedo de que vuelva, que regrese, me vea y me vuelva a agredir, yo quiero que haya vigilancia, que me protejan, en las noches yo no duermo, me levanto, checo que las puertas estén bien cerradas, tengo mucho miedo».
Alma Aida reconoció que Altamira cada vez es más peligroso para las mujeres, que ella lo comprobó en carne propia.